POEMAS DE ANTONIO MACHADO
No extrañéis, dulces amigos,
que esté mi frente arrugada:
yo vivo en paz con los hombre
y en guerra con mis entrañas
Caminante son tus huellas
el camino y nada más
caminante no hay camino
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha se volver a pisar.
Camino estelas en la mar.
Discutiendo están dos mozos
si a la fiesta del lugar
irán por la carretera
o campo traviesa irán.
Discutiendo y disputando
empiezan a pelear.
Ya con las trancas de pino
furiosos golpes se dan;
ya se tiran de las barabas,
ya se las quieren pelar.
Ha pasado un carretero,
que va cantando un cantar:
Romero, para ir a Roma,
lo que importa es caminar;
a Roma por todad partes,
por todas partes se va.
si a la fiesta del lugar
irán por la carretera
o campo traviesa irán.
Discutiendo y disputando
empiezan a pelear.
Ya con las trancas de pino
furiosos golpes se dan;
ya se tiran de las barabas,
ya se las quieren pelar.
Ha pasado un carretero,
que va cantando un cantar:
Romero, para ir a Roma,
lo que importa es caminar;
a Roma por todad partes,
por todas partes se va.